Hace un tiempo, en septiembre del año pasado, les conté acerca del Eclipse de Luna Roja, el cuarto de la serie de Aries-Libra, aquel que marcaba la «cosecha». Si no lo recuerdan, lo pueden leer en el blog. Y les dí mi ejemplo personal, cómo se habían dado las cosas en cuanto a mi propio camino de ir hacia mi Nodo Norte en Aries en la casa 12, después de más de 20 años trabajando «en relación de dependencia» (Libra en casa 6).
Todo ese proceso se había dado desde 2014 a fin de 2015, lo que muestra cómo los eclipses nunca representan sucesos instantáneos, no es que un día sucede el eclipse y nos decidimos a dejar un trabajo, un hábito, una pareja… Son procesos que se van dando de a poco. Lo mismo ocurre con los tránsitos.
Parecía que el trabajo estaba terminado. Arrancaba otra serie de eclipses, ahora en otro eje, Virgo-Piscis.
Y sin embargo, hoy tuvimos un eclipse lunar a los 3 grados del eje Aries-Libra, a solo un grado del que se dio ese día de septiembre. Hoy la Luna está en Libra, a los 3°, mientras el Sol está en Aries, en forma inversa al del 2015.
De alguna forma, siento que este eclipse de hoy fue la «frutilla del postre» en ese proceso!
LOS ECLIPSES, POR DARSE CERCA DEL EJE NODAL, SON AYUDAS COSMICAS PARA ALINEARNOS EN NUESTRO PROPOSITO, EN NUESTRO CAMINO DE VIDA
Quizás algo faltaba, y este eclipse, tan cerca del equinoccio (inicio del año astrológico), y con Mercurio (el planeta del pensamiento y la comunicación) en Aries cerca del Sol, y Marte (el planeta de la acción y nuestro guerrero interior) en Sagitario en aspecto fluido al Sol y la Luna, está dándonos un empujoncito extra para que no nos dejemos estar!
Siento que este eclipse tiene que ver con el SOSTENER LAS METAS. Nos animamos a sostener nuestro deseo, nuestro objetivo, aquello que queremos lograr?
Qué nos pasa cuando algo, o alguien, se opone? Cuándo no tenemos la aprobación de todos, o cuándo las cosas parecen no avanzar al paso que quisiéramos?
Siento que hay sólo dos caminos: ganar o perder? Seguir o abandonar? O estoy abierto a buscar nuevas alternativas para mi vida?
Y por último, cómo somos SOSTENIENDO DE A DOS? O de a CINCO, de a DIEZ, o de a MIL? He aprendido a «caminar con pares»? Sé pedir ayuda? Confiar en que cuando me cueste sostener, puede haber un otro que me sostenga?
Ojalá este eclipse de hoy sea verdaderamente la «frutilla del postre», que ilumine nuestra forma de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos, y nos enseñe a sostener aquello que deseamos, y, lo más maravilloso de todo, a hacerlo con otros!