Entramos en tiempos de Capricornio, signo de Tierra, regido por Saturno, un signo asociado a la ambición, la responsabilidad, la capacidad de ponerse metas y cumplirlas. Capricornio trae a la danza del Zodíaco el esfuerzo, la construcción de proyectos que van más allá de uno mismo, la conquista de lo material. Y también, y esto es menos conocido, la conquista de lo espiritual.

Por eso, Capricornio está representado por la cabra con cola de pez, aquel ser mitológico capaz de moverse con facilidad en lo material y subir las montañas de los más grande desafios, pero también adentrarse en el «agua» de las emociones y la espiritualidad.

En el décimo trabajo, aquel asociado con Capricornio, Hércules desciende a los Infiernos (el Hades) para liberar a Prometeo, que estaba condenado a sufrir eternamente por haber robado a los dioses el fuego de la inteligencia, y habérselo dado a los hombres.

Para hacerlo, debe vencer al Can Cerbero, monstruoso perro de tres cabezas que cuidaba el umbral del infierno. Cada cabeza representaba una amenaza para la conquista espiritual: el materialismo, la ambición, y las «buenas intenciones nunca llevadas a cabo».

Simbólicamente, Hércules desciende a lo más bajo, para liberar al ser divino que está atrapado en sus limitaciones. Así, se conquista a sí mismo.

Todos llevamos a Capricornio en algún lugar de nuestra carta, recordándonos que somos seres espirituales luchando contra nuestras limitaciones, para subir a las cimas más altas, en pos del bien común.

En ese ascenso, o descenso, porque como le pasa a Hércules, nadie es capaz de ascender sin haber primero descendido a lo más profundo de sus propios infiernos, nos encontraremos muchas veces con el Guardián del Umbral.

Qué representa este enfrentarse al Guardián del Umbral?

El Umbral es el momento de la verdad, el instante del cambio, ese momento en el que sabemos que ya no podemos dar marcha atrás, y no sabemos aún qué nos aguarda adelante. Umbrales hay muchos….cada vez que DECIDIMOS dar un paso a algo nuevo, dejando atrás lo conocido. Puede ser algo físico, como una mudanza, un cambio de profesión, o algo vincular, como un divorcio, o tener un hijo. También puede ser un cambio espiritual.

Es allí cuando aparece este guardián, bloqueándonos el paso. Las distintas cabezas del monstruo serán las que nosotros tengamos que vencer, nuestro propios enemigos internos: miedos, temores, creencias, mandatos, apegos… La función del guardián del umbral es noble: asegurarse de que somos lo suficientemente fuertes para seguir nuestro camino.

Capricornio representa esa capacidad de conquistarnos a nosotros mismos, con la suficiente fuerza de voluntad y decisión, y seguir nuestro camino a pesar de los obstáculos que aparezcan.

FELIZ RETORNO SOLAR A TODOS LOS CAPRICORNIANOS!!