En mi primer post les contaba acerca del porqué del nombre «Espejos del Universo» y su relación con la ley de la Correspondencia: «Como es arriba es abajo». Resumidamente, como todo en el macrocosmos se refleja en el microcosmos, podemos entender acerca de nuestras energías a partir de la posición de los planetas en el cielo.
Hay un segundo significado en el nombre, que tiene que ver con otra Ley de la metafísica, que es la llamada «Ley del Mentalismo», que dice que «todo lo que creemos, es lo que creamos». Lo que está en nuestra mente, es lo que se manifiesta en nuestro mundo.
O dicho de otra forma, «como es adentro, es afuera».
Si recibimos agresión de afuera, pensemos de qué forma nos podemos estar agrediendo nosotros mismos. Si siempre nos relacionamos con personas que nos mienten, busquemos de qué forma nos estamos engañando nosotros. De igual manera, si tenemos paz interior, esta paz se reflejará en el afuera. Esta es la llamada «ley del espejo», que la psicología llama «proyección», lo que no nos gusta de otros, es lo que no vemos en nosotros mismos.
Cómo nos ayuda la astrología? A menudo, algunos aspectos que no identificamos, lo que Jung llamaba nuestra «sombra», se hacen visibles cuando los vemos desde el punto de vista «más objetivo» de la astrología. Recuerdo el caso de una persona muy libriana, que fue capaz de reconocer «una cierta tendencia a enojarse y explotar abruptamente» cuando «la sacaban de sus casillas» cuando le mencioné a su «Marte en Aries»; y a partir de allí pudo «ponerle nombre» a esa energía suya agresiva, e integrarla. Cuando integramos algo y lo sacamos de la sombra, nos hacemos cargo de que somos nosotros, y no los demás!
También la astrología nos hace ver que nuestras parejas son «espejos», cuando proyectamos nuestro descendente en otros, o nuestra Casa 7. Asi, atraemos por ejemplo personas «intensas», hasta que nos apropiamos de nuestro descendente en Escorpio!
A menudo, cuando somos jóvenes, vivimos el ascendente como «puesto en el afuera», en lugar de reconocerlo en nosotros. Una chica con Ascendente Capricornio me contaba de su papá exigente y estricto, de su colegio religioso donde todo eran reglas, de su novio controlador…. Todas restricciones afuera! De a poco, empezó a ver que ella era hiper exigente y controladora con ella misma….
Desde el coaching, decimos que nuestras creencias, nuestros juicios, a menudo inconscientes, son la principal causa de sufrimiento. Si «creemos algo, lo creamos»…
Ven como todos los caminos conducen a Roma?
Los invito a pensar de qué forma podemos estar siendo «espejos» de nuestra realidad. Qué creencias interiores estamos reflejando en el afuera? Qué personas y circunstancias estamos atrayendo a nuestras vidas? Para qué?
Hasta pronto! Con cariño, Luján